Ombliguismo en conjunto

«Voy a sonreír intermitente
Y a pedir un poco más,
Siempre más.
Voy a interrumpir constantemente
Y se me tiene que notar,
Mucho más.
Voy a ser el enemigo
Disparando pan de higo,
Ojo no te vaya a dar.»


Rosendo Mercado en el tema Pan de higo del disco Loco por incordiar (1985).

Son socorridos remedios de cocina tanto el agregar patata cruda a los guisos para rebajar el punto de sal, como el emplear pan de molde o miga compacta en ensaladas para paliar la acidez (cítrica, acética…). Del mismo modo que aplicar estos arreglos en salmueras o encurtidos sería un despropósito, la escasa acción edulcorante que pudiera abordar una mínima parte del Consejo de Ministros del ejecutivo y de la Cámara Baja del legislativo en la saturación franquista institucionalmente generalizada, podría resultar un contrasentido que prorrogara en nuestro reino la ausencia imaginativa de los trasnochados principios del movimiento nacional. Especialmente si sus valedores crecen a costa de recurrente demagogia sobre feminazismo, bolivarianismo y filoterrorismo para salvaguarda de simbología y vicios nacionalcatólicos, pudiendo incorporar otros elementos como el sojuzgamiento europeo o el proteccionismo integral —me viene a la mente la notoria propuesta de Jiménez Losantos de toma de doscientos mil rehenes alemanes en las Illes Balears, evocando de forma natural la dialéctica de los puños y las pistolas.

  Lo cual conduce a ponderar debidamente la irrupción de los que pretenden dar voz —del lat. vox, vocis— a las armas (distintas de las finanzas), del flamante brazo político de mandos judiciales, policiales y castrenses que tras la cita democrática del 10-N anunciara la dimisión en bloque de su ejecutiva murciana por el «exceso de trabajo» entre el que figura notificar a la Junta Electoral Central el total de cuentas bancarias dedicadas a costear los comicios como apercibe la LOREG. ¿Y para qué entrar a gestionar la rēs pūblica o las comunidades autónomas si no creen en ello? ¿Pretenden ahora una desmantelación similar a la de las huchas sociales cuando militaban en el PP? ¿Concurrieron subvencionados ilegalmente desde el extranjero a las europeas de 2014 con fines antieuropeístas? Cabe reseñar que 2013 es el año en que Inda publica, todavía en El Mundo, la investigación sobre Gürtel (seis años después de que el exconcejal del Partido Popular José Luis Peñas lo denunciara ante la Fiscalía General del Estado), el año en que Abascal abandona el partido y sus mamandurrias, y el año en que nace Vox.

  En caso de que los confraternizados con facciones religiosas de las teocracias iraní e israelita (donde, como referencia, el matrimonio únicamente es reconocido por la vía religiosa) ejerzan la misma influencia en el gobierno central que en los autonómicos de Madrid o Andalucía, y esto podría ocurrir si la verdeada disociación de los populares amortiza la corrupción y no se dificulta su reencuentro, con un cordón sanitario o una gran coalición diferente de la Coalición Popular nacida en 1983 (para cuando todas las autonomías se habían dotado de estatutos propios), no habría boniatos suficientes para desalinizar un mar Muerto —acrecentando al extraerlos, dicho sea de paso, la diferencia de nivel con el Mediterráneo agudizada en los últimos años por los hidrocolonizadores de la desértica tierra prometida que esquilman contranatural y democráticamente tanto el caudal del Jordán como la cuenca del lago endorreico—. La falta de resolución para con la (a)confesionalidad estatal, abordada en la Constitución desde la perspectiva de las confesiones, fundamentalmente la católica, y no del Estado (en la práctica con dos casillas recaudatorias en la hacienda pública a sumar a las millonarias subvenciones anuales por vía de los diferentes ámbitos administrativos, independientemente de tratarse de catolicismo, judaísmo, islamismo…, mientras decenas de miles de niños han iniciado el curso escolar en barracones), podría seguir empoderando a doctrinas apartadas de la ortodoxia como la Hermandad de la Macarena que cobija al criminal Gonzalo Queipo de Llano contraviniendo tanto el derecho canónico (incluido el Codex Iuris Canonici de 1917 en su canon 1205.2 , salvo que se pretenda otorgar al inhumado dignidad eclesiástica o real, «regalium personarum») como la profiláctica cédula de Carlos III (observando la ley II, título XIII, de la Partida I de Alfonso X) que prohibía dar sepultura dentro de las Iglesias (a excepción de los casos estipulados por el Ritual Romano como se indica en el Título III del libro I del Tomo I de la Novísima Recopilación de las Leyes de España).

  Referente de Grosse Koalition es la gobernanza germánica, con Willy Brandt como pionero en priorizar la cuestión nacional frente a los principios morales, impugnando la razón de ser del estado aristotélico ya en 1966. La más reciente, reeditada el pasado año aunque amenazada por las elecciones europeas todavía calientes, data de 2013, cuando los socialdemócratas, pudiendo conformar un gobierno de izquierdas, se entregaron en brazos de la derecha. Experiencia vivida en España a partir de 1993 por sentido continental con PSOE, PP y CiU (tb. se sumó PNV) como protagonistas, sentando las bases los primeros para ser sustituidos por sus homólogos derechistas tres años después —momento del desprendimiento del prefijo en el ala pre/constitucionalista—. Existe asimismo la variante abstencionista de la alianza, con la generosidad siempre en el lado progre, como la demostrada en la investidura del año 2016. La inspiración española en la socialdemocracia alemana, al margen de los procedimientos de financiación , la completa el sustento para las listas electorales de miembros procedentes tanto del nacionalsocialismo en el caso del SPD, como del falangismo o el franquismo, esto es, del nacionalcatolicismo, en el caso del PSOE, con el pertinente salto generacional por la demora de tres décadas (de 1949 a 1977) en cuanto a participación democrática tras el rodillo fascista. El partido del actual gobierno, partícipe en la Ley de amnistía de 1977 del olvido de todos para todos (rechazando también la propuesta de reforma en marzo de 2018), pleitea contra el Consejo de Transparencia que le insta a publicar las inmatriculaciones de la Iglesia de la era Aznar, al tiempo que, en relación a memoria histórica, el ministerio de Justicia «asume el liderazgo» en la búsqueda de desaparecidos del franquismo para control del censo oficial. Sin red de laboratorios, ni base de datos genética, ni mediación de las asociaciones de víctimas, se eludiría la acción judicial.

  Fácilmente consultable, por el momento, en el expuesto entorno político con facultad para recomendar jueces y fiscales, es la casta de Manuel Chaves (inhabilitado para empleo público a sus 74 años), José Antonio Griñán, M.ª Teresa Fernández de la Vega, José Bono, Manuel Marín, Maru Menéndez… La tolerancia y colaboración del PSOE y la UGT con el régimen primorriverista en sus postrimerías, cuando Miguel Primo de Rivera necesitó hacer uso del partido para el intemporal sistema político turnista y del sindicato para coleccionar sus dictados en el Código del Trabajo de 1926, se corresponde con la permisividad de los grises hacia las reuniones clandestinas del PSOE durante la agonía franquista y el favorecimiento del «grupo de los sevillanos» encarnado por Chaves, Guerra y González, nacidos ya finalizada la guerra civil, en detrimento de los históricos liderados por el pedagogo marxista y masón (cualidades guerreadas hasta la muerte por Franco), responsable de la transformación de la enseñanza durante el bienio reformista de la república y del equipamiento de la obligatoria escuela pública y laica, Rodolfo Llopis. El detonante para aupar a «Isidoro» (nombre de guerra de Glez.) a la cúpula de la organización por parte de la socialdemocracia alemana de Brandt y sus subvenciones, en contubernio con los servicios de inteligencia españoles y norteamericanos que mantuvieron reiterados contactos especialmente con Nicolás Redondo y Enrique Múgica «para ver hasta dónde llegaba su izquierdismo» (de forma simultánea al tanteo de Juan Carlos de Borbón), fue la revolución portuguesa de 1974 y el inmediato congreso todavía socialista celebrado en Suresnes unos meses despúes. Los cacareados 140 años de historia, con sus consabidos períodos subrepticios, sus líderes y doctrinas, guardan cierta semejanza con los ojos y tablas del Guadiana, sus acuíferos y las explotaciones que se los beben.

  Los comportamientos de los gobiernos centrales de PP y PSOE avalan la forma plurinacional, arrítmica y asimétrica, del estado, siendo precisamente el clan bestia que se oponía a la amnésica constitución de 1978 (haciendo honor a los antecesores que rechazaron la constitución absolutista de 1812 con manifiestos y vítores a las cadenas) el que, liderado por Aznar, superados los inevitables conflictos constitucionales derivados de los pactos autonómicos para el desarrollo de los estatutos (consensuados por UCD y PSOE en 1981, y por PSOE y PP en 1992), levantó tras el pacto del Majestic de 1996 la veda de las transferencias competenciales en materia de sanidad, educación e incluso, ya con mayoría absoluta, de financiación autonómica con la cesión de tributos estatales total o parcialmente según los casos, como IRPF, patrimonio, sucesiones y donaciones, IVA, hidrocarburos, electricidad, alcohol, tabaco, o medios de transporte, entre otros. Pese a ello, no dejan ahora de cocear para liquidar el estado de las autonomías, destacando entre el sinfín de rebuznos contrarios a la carta magna y a los estatutos comunitarios bajo los que han administrado territorios durante décadas, las conjeturas al respecto de la constitucionalidad de circunstancias económicas o alteraciones sociales venideras, más que como pronóstico, como advertencia para curarse en salud y poder situar el listón democrático más bajo.

  En este país ya se ha empezado a argumentar que no dejar que se forre la oligarquía es inconstitucional, amenazando además con ser repercutido en el cliente cualquier aumento impositivo sobre el beneficio de las sociedades o la banca —en gran medida herencia del Franquismo S. A.—. Aunque la realidad sea que se repercute cualquier descenso ganancial sin pedir permiso al ciudadano mediante, por ejemplo, el aumento del tiempo y volumen de encendido del alumbrado público o la restitución al sector privado a precios simbólicos de la parte rescatada por lo público y gestionada por el FROB, el 45% del banco malo (o SAREB). Es sabido que hay ricos porque hay pobres, que hay reyes porque hay súbditos y que hay territorios eminentes porque los hay mediocres, olvidados y vacíos. Instalada la moda de arrastrar a las minorías por autoesclavismo social, son engullidas el sinfín de formaciones de UPs desechando la travesía en el desierto para optar por una andadura en coalición con un partido bunkerizado, primo hermano del ganador de las elecciones portuguesas también este año, en un panorama de voluntario soterramiento de las demandas sociales relevantes y con los democristianos desbocados, sin líneas rojas en su mejor faceta, la destructiva desde la oposición. Con la totalidad de PIGS habiendo celebrado comicios recientemente y ya sin Syriza en el gobierno heleno. Presos de un ombliguismo territorial, prevenidos contra las trampas —o deberíamos—, procede dosificar la energía en la búsqueda de eficacia política, a la espera de gatillar acompasadamente con el mayor número de territorios hermanos beneficiados por ello, con la necesidad de aunar fuerzas para ser empleadas en un proceso constituyente, sin lastres de postureos ni cautiverios.